martes, 14 de febrero de 2012

Kybalion. VI. - EL PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO

"Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo
a
 
la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a una ley no conocida;
hay
 
muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley".
 
EL KYBALION.
 
 
Este principio encierra la verdad de que todo efecto tiene su causa, y toda
causa su efecto. Afirma que nada ocurre casualmente y que todo ocurre conforme a
la Ley.
 
La suerte es una palabra vana, y si bien existen muchos planos de causas y
efectos, dominando los superiores a los inferiores, aun así ninguno escapa
totalmente a la Ley. Los hermetistas conocen los medios y los métodos por los
cuales se pude ascender más allá del plano ordinario de causas y efectos, hasta
cierto grado, y alcanzando mentalmente el plano superior se convierten en causas
en vez de efectos. Las muchedumbres se dejan llevar, arrastradas por el medio
ambiente que las envuelve o por los deseos y voluntades de los demás, si éstos
son superiores a las de ellas. La herencia, las sugestiones y otras múltiples
causas externas las empujan como autómatas en el gran escenario de la vida. Pero
los Maestros, habiendo alcanzado el plano superior, dominan sus modalidades, sus
caracteres, sus cualidades y poderes, así como el medio ambiente que los rodea,
convirtiéndose de esta manera en dirigentes, en vez de ser los dirigidos.
 
Ayudan a las masas y a los individuos a divertirse en el juego de la vida, en
vez de ser ellos los jugadores o los autómatas movidos por ajenas voluntades.
Utilizan el principio, en vez de ser sus instrumentos. Los Maestros obedecen a
la causación de los planos superiores en que se encuentran, pero prestan su
colaboración para regular y regir en su propio plano. En lo dicho está
condensado un valiosísimo conocimiento hermético: que el que sea capaz de leer
entre líneas lo descubra, es nuestro deseo.
 

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