martes, 14 de febrero de 2012

Kybalion. III. - EL PRINCIPIO DE VIBRACION

"Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra".
 
EL KYBALION.
 
 
Este principio encierra la verdad de que todo está en movimiento, de que nada
permanece inmóvil, cosas ambas que confirma por su parte la ciencia moderna, y
cada nuevo descubrimiento lo verifica y comprueba. Y, a pesar de todo, este
principio hermético fue enunciado cientos de años ha por los Maestros del
antiguo Egipto. Este principio explica las diferencias entre las diversas
manifestaciones de la materia, de la fuerza, de la mente y aun del mismo
espíritu, las que no son sino el resultado de los varios estados vibratorios.
Desde el TODO, que es puro espíritu, hasta la más grosera forma de materia, todo
está en vibración: cuanto más alta es esta, tanto más elevada es su posición en
la escala. La vibración del espíritu es de una intensidad infinita; tanto, que
prácticamente puede considerarse como si estuviera en reposo, de igual manera
que una rueda que gira rapidísimamente parece que está sin movimiento. Y en el
otro extremo de la escala hay formas de materia densísima, cuya vibración es tan
débil que parece también estar en reposo. Entre ambos polos hay millones de
millones de grados de intensidad vibratoria. Desde el corpúsculo y el electrón,
desde el átomo y la molécula hasta el astro y los
 
Universos, todo está en vibración. Y esto es igualmente cierto en lo que
respecta a los estados o planos de la energía o fuerza (la que no es más que un
determinado estado vibratorio), y a los planos mentales y espirituales. Una
perfecta comprensión de este principio habilita al estudiante hermético a
controlar sus propias vibraciones mentales, así como las de los demás. Los
Maestros también emplean este principio para conquistar los fenómenos naturales.
"El que comprenda el principio vibratorio ha alcanzado el cetro del poder", ha
dicho uno de los más antiguos escritores.
 
 
 

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