Con la repetición de los diferentes mantras
el poder irá manifestándose más y más, los
obstáculos mentales y físicos empezarán a desvanecerse.
El mantra vigoriza la mente y produce energía.
El canto interno de los mantras crea una vibración
favorable en el sistema límbico del cerebro, éste es afectado
por la repetición mental de sonidos solamente internos.
Los mantras fluyen en forma de ondas a través
del cuerpo, haciendo vibrar las glándulas endócrinas; así
las vibraciones de la mente y el cuerpo son sincronizadas por el mantra.
El trabajo con la voz y el sonido es muy importante
como trabajo de autoexpresión y descarga energética, ya que
el sonido es una herramienta poderosa y un vehículo muy potente
de circulación energética.
Aquí intervienen simultáneamente
mecanismos corporales (funcionamiento del músculo del diafragma,
del cuello, base de la lengua), mecanismos respiratorios (uso del aire)
y mecanismos sonoros (producción de armónicos, amplificación
del sonido en los resonadores del cuerpo).
Por lo tanto, puede verse que los bloqueos no
son sólo psicológicos, sino que el bloqueo psíquico
o de alguna emoción tiene su correlato, su paralelo a nivel físico,
en las distintas zonas del cuerpo, con contracciones musculares que crean
verdaderos anillos de tensión (corazas).
En relación al OM específicamente
la O hace vibrar la caja toráxica estimulando las células
pulmonares y permitiendo un mejor intercambio gaseoso, afectando también
la zona del abdomen; la letra M produce una vibración craneal, generando
un masaje en toda la corteza cerebral estimulando el hipotálamo,
la hipófisis y la pineal; la primera controla la síntesis
de numerosas hormonas, se relaciona con el equilibrio y asegura la orientación
del cuerpo en el espacio, la segunda coordina el ritmo de la respiración
y los latidos del corazón.
Fuente: www.yogakai.com
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