La
Primera dimensión es la encargada de convertir a la energía en materia, es la
frecuencia básica de los átomos y las moléculas, por lo tanto es la dimensión
del microcosmos, es la frecuencia vibratoria de activación del ADN . Se puede
decir que maneja un nivel de consciencia elemental referido al cumplimiento de
funciones, o sea una consciencia puntual, sabe como dirigirse de un punto a
otro. Los minerales y el agua vibran en esta frecuencia, los minerales son el
aspecto cristalino de la misma, el agua el aspecto líquido de la misma. Se
encuentra en los fluidos y las corrientes eléctricas del cuerpo humano, activa
el código genético e impulsa energéticamente el sistema celular.
La
Segunda dimensión es la frecuencia donde existen la mayoría de los animales y
las plantas. Es también física e impulsa la identidad biológica. Es la
vibración que mantiene la unión entre las especies, lo que se ha llamado el
inconsciente colectivo de las especies, es decir es la forma como se reconocen
los animales de una misma especie para cumplir con sus funciones reproductoras.
No posee diferenciación individual, ni auto reconocimiento. En este nivel de
conciencia no hay referencia temporal espacial. La conciencia es lineal o bidimensional.
A nivel geométrico se corresponde con las formas planas como el círculo, el
cuadrado etc. Es la responsable de la variedad biológica y de todas las
energías que se encargan de propiciarla como las fuerzas elementales de la
naturaleza.
La
Tercera dimensión es donde existimos los seres humanos, también es física y el
tipo de conciencia de esta vibración es volumétrica o tridimensional, a nivel
geométrico se perciben formas como el cubo y la esfera y los sólidos platónicos.
Hay una percepción lineal del tiempo y el espacio, con la capacidad de recordar
el pasado, proyectar el futuro estando en el presente. Se basa en la polaridad
y la ilusión de separación, en el desarrollo de la identidad individual y la
perdida del sentido grupal. Esta es la frecuencia donde nos hacemos conscientes
de nosotros mismos, desarrollamos el ego y creemos que estamos separados del
todo. Es en esta dimensión donde nos percibimos más separados del todo que en
ninguna otra, por lo tanto es aquí donde al Ser Único se le presentan más retos
de integración y crecimiento. En el ser humano comienza a partir del segundo
año de vida, cuando el niño empieza a diferenciarse del entorno como individuo,
a expresar sus deseos, a formar su ego. Es una etapa de aprendizaje muy
importante, donde comienza la fragmentación. En tercera dimensión
experimentamos un proceso de división del Ser que produce lo que llamamos
personalidad. Es parte del trabajo de evolución el recoger y juntar todas las
partes.
La Cuarta
dimensión es la frecuencia donde regresamos a la conciencia de integración
grupal, sin pérdida de la individualidad. Esta frecuencia ha sido llamada zona
arquetípica o inconsciente colectivo, es el lugar donde residen los
sentimientos, las emociones y los sueños. En esta dimensión percibimos el
tiempo en oleadas cíclicas o en forma de espiral. Existe en un campo cuántico
donde se presentan simultáneamente todas las alternativas y posibilidades. Es
la frecuencia de la sincronicidad, la empatía y la telepatía. Es la última
dimensión donde experimentamos con el cuerpo físico como vehículo de
aprendizaje. En esta frecuencia percibimos la multidimensionalidad y nos damos
cuenta de nuestra responsabilidad, al hacemos consciente que cada una de
nuestras acciones afecta el todo.
Fuente: http://www.formarse.com.ar/articulos/dimensiones.htm
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